jueves, 20 de septiembre de 2012

La influencia de la música...




Desde hace 2,500 años, la música se ha considerado una fuerza tan potente e influyente en la sociedad que los principales filósofos y políticos han abogado por su control, incluso a través de la constitución de su nación. Este fue el caso en Esparta y Atenas. En Japón, en el siglo III a.C., se estableció una oficina imperial de música (el Jagaku-ryo) para controlar actividades musicales. Otras culturas antiguas, como las de Egipto, India y China, manifestaron preocupaciones similares. Hoy, un control legislativo o gubernamental de este tipo sería casi inconcebible, pero incluso en este siglo, hay gobiernos que han implementado leyes para controlar la música.

Muchas personas creen que la música es pura y simplemente música que no implica ningún problema y, por lo tanto, no requiere ninguna evaluación. Además, ¿por qué tanta preocupación por la música? ¿Cuál es el problema? Para los antiguos las respuestas eran claras. Creían que la música afectaba directamente la voluntad, la que a su vez influía sobre el carácter y por ende sobre la conducta humana.

Así, por ejemplo, Aristóteles enseñaba que la música imita directamente (es decir, representa) las pasiones o estados del alma apacibilidad, enojo, valor, templanza, y sus opuestos y otras cualidades; por lo tanto, cuando uno escucha música que imita cierta pasión, es imbuido por la misma pasión.
Destaquemos, para responder, varios aspectos de la naturaleza de la música: 
 
Primero, la música, independientemente de la letra, comunica un mensaje. No son necesarias las palabras para que la música tenga significado.

Segundo, aunque algunos podrían argumentar que la música tiene diferente significado para diferentes personas, y que su efecto es sólo cuestión de una respuesta condicionada, ésta no es una premisa aceptada por los productores de películas, pues al incorporar un teme musical a una película, se da por sentado que tendrá un impacto similar en toda la gente. Si este no fuera el caso, la música para las películas no tendría ningún sentido en otros contextos culturales. Pero las investigaciones han demostrado que el condicionamiento no puede lograr que la música que transmite enojo y odio, o temor y suspenso, a un ser humano, comunique amor o alegría y paz a otro.

En tercer lugar, los productores de películas obviamente suponen que el impacto de la música puede (corporales) pueden ser afectados. Y éstos, a su vez pueden influir sobre nuestras emociones y estado de ánimo, y que en último caso afectar el comportamiento, inclusive la toma de decisiones. 
 
En Conclusión, la música como tal lleva un mensaje que el cerebro reconoce mediante un proceso de percepcion y análisis que se lleva a cabo mediante funciones diferentes que veremos en adelante.